A propósito del Djihad, de los atentados suicidas
Por Sheij Al-Habib 'Ali Zain Al 'Abidin Al-Yifri
¿Que es el Yihad? ¿En cuales circunstancias el Islam autoriza el recurso a la fuerza? ¿Qué dice usted de los kamikazes que justifican sus acciones relacionándose con el Islam?
La tradición islámica condena sin equívoco todo tipo de agresión hacia civiles inocentes. El islam no permite la lucha armada, excepto para oponerse a un agresor que ocupa una tierra que no es suya o para ayudarles a los pueblos oprimidos en eliminar la opresión.
La noción de Yihad en la tradición islámica implica el sentido de reunir todos los medios y las energías que se pueden para alcanzar la realización de la verdad, la voluntad de hacer sacrificios con el único objetivo de hacer el bien, hacer prueba de bondad hacia su prójimo, sin esperar nada en cambio excepto el complacimiento de Dios.
La etimología de la palabra «Yihad» en árabe se refiere a la lucha (el esfuerzo) o la resistencia frente a la prueba, el gasto de energía y de recursos. Cuando esto esta aplicado al contexto Islámico, se vuelve el esfuerzo para hacer progresar el bien y la realización espiritual (lit: iluminación). Es la comprensión doctrinal original definida por los textos religiosos.
La expresión la más importante del Djihad es el esfuerzo espiritual (Muhahada) contra su ego para alcanzar la plenitud y la purificación espiritual. Este Yihad esta conocido para los musulmanes como siendo el “Gran Yihad”.
Existen otras formas de Yihad, como el de la « palabra », el Coran nos dice:
« Así pues, no obedecen a los incrédulos y combaten con él (el Coran) en una lucha sin cuartel. »
[Coran, Surah 25, Versículo 52]
El Profeta Muhammad (صَلــَّى اللهُ عَلـَيْهِ و سَلــَّمَ) dijo (en el sentido) :
« El mejor Yihad es el hecho de decir la verdad a un dirigente injusto »
[Hadîth relatado por Abu Dawud, at-Tirmidhi e Ibn Madja, que Allâh les haga Misericordia].
Entre las otras formas encontramos también el Yihad de la educación, el Yihad de la edificación de un sistema económico funcional y de la erradicación de la pobreza, el Yihad en la creación de una política, de una diplomacia y de un gobierno constructivos. Sin embargo, es el Yihad contra la injusticia, que incluye en último recurso y bajo ciertas condiciones, la lucha armada, que hoy en día está puesto bajo los proyectores. La realidad del Yihad es de tener como objetivo el de alcanzar la verdad, la realización del bien y el buen comportamiento hacia su prójimo, pues comprendemos bien que la lucha armada no tiene su lugar aquí, excepto en dos casos precisos:
1/ La defensa contra un agresor (bajo condición ética justa),
2/ Afín de garantizar a las personas la libertad de elegir su propia vía hacia la verdad religiosa.
La tradición islámica prohíbe el suicidio. Prohíbe toda forma de perjuicio hacia las personas inocentes y preconiza el Estado de Derecho en los términos los más fuertes.
Si el Islam prohíbe quitarle la vida a alguien, que es lo que lleva a los kamikazes a cometer tales actos?
La cuestión de los atentados suicidas es engañadora, ya que tiende a poner el acento únicamente sobre la naturaleza « suicidaría » del acto. Sin embargo, hay algo más grave todavía.
Es el problema de la traición de la supuesta confianza a la cual pretenden todas las personas inocentes, confianza en el ámbito de una independencia mutual en el orden social. Esta observación, a su turno, lleva a otra pregunta.
¿Es más (o menos) atroz que el acto de una persona sentada detrás de un botón que empuja –provocando la muerte y la destrucción de miles de personas-, y que después vuelve a su cotidiano, sin reflexión posterior? No, los dos son espantosos y precisan que la humanidad se despierte y asume la responsabilidad de sus acciones.
Aquí dos cosas necesitan una aclaración, una de ella es aceptable, la otra es un punto de divergencias.
1/ El punto sobre el cual estamos de acuerdo es que el crimen de esta gente provoca la muerte de personas inocentes y engendra estragos considerables. Es una cosa que fue prohibido por la ley Islámica (Shari'a) hace 14 siglos atrás, y es mucho más tarde que esto fue rechazado por la conciencia humana moderna.
2/ El punto de divergencias reside en el silencio relativo a esta cosa por la cual nadie pregunta: quién es responsable de la inmensa desesperación alcanzada por estos jóvenes, a tal punto que sean listos para hacerse explotar quitándoles así la vida a otras personas?
¿Están solos en la perpetración de tales actos? O podemos añadir a la lista de los responsables la ausencia de enseñamiento islámico maduro y holístico [2] ?
Una ausencia que dejo, para algunas personas, lagunas en la comprensión de su religión y que los extremistas se apresuran en llenarlo por la desinformación de la cual los kamikazes se inspiraron para pasar al acto. Una de las enseñanzas del Islam (que no llegó a los autores de estos actos) es que, cual sean las dificultades y las penas por las cuales pueda pasar una persona, esto no puede de ningún modo justificar una cosa que sea en contradicción con la ética islámica.
¿Será que algún día la gente pueda sentirse al abrigo de ser acusado de « terrorismo » ?
Podremos entonces preguntarse cosas con respecto a la injusticia extrema y la opresión vividas por las sociedades en los países subdesarrollados del hemisferio sur. Injusticias manejadas bajo la presión de medios ejercitando una influencia abusiva sobre la comunidad internacional y sus instituciones, devolviéndolas incapaces de proteger los ciudadanos de estas iniquidades, a tal punto que los jóvenes desesperan de tener (algún día) un sistema jurídico o instituciones internacionales equitativas. Estos jóvenes se encuentran entonces escuchando los que llaman a la venganza, justificando sus propósitos por interpretaciones erróneas de los textos Sagrados, prometiendo a estos jóvenes el Paraíso, a cambio de su situación miserable.
A donde la injusticia y la desesperación reinan, encontrarán el suicidio.
Cuando suceden asuntos criminales ordinarios, damos una gran importancia al peritaje judicial y al contexto (móvil) del crimen. Pedimos cuentas a la sociedad que generó la personalidad criminal, considerando el criminal como responsable de sus actos. En el caso de crímenes perpetrados por estos kamikazes nuestra responsabilidad es más grande aún y sentimos la necesidad de una investigación y de un análisis. Es una situación triste a la cual llegamos y si queremos obtener la mejora y la curación, necesitaremos el ánimo y la madurez de todas las comunidades.
Lo repito: el Islam condena categóricamente los actos perpetrados contra las Torres Gemelas de New-York, los trenes en Madrid, los atentados de Londres y condena cualquier otro ataque que apunta inocentes.
Les agradezco a los que abrieron un canal de diálogo entre las personas que quieren trabajar afín de construir puentes entre los individuos lúcidos con el objetivo de recuperar el abrigo de la hegemonía de las manos de los extremistas, que solamente quieren llevar nuestro mundo en la discordia y la inestabilidad. Incrementar el diálogo, comprender y aclarar los diferentes puntos de vistas es un indicador tranquilizador para el futuro de nuestra pequeña e íntima planeta azul.
Notas :
[1] El Sheykh al-Habib Ali Zain al-'Abidin Al-Jifri nacio en 1971 en Arabia Saudí en una familia yemenita cuya genealogía se remonta al Imam al-Hussayn ibn 'Ali Ibn Abi Talib.Proveniente de la escuela islámica de Hadramawt en el Yemen, Sheikh Al-Habîb `Alî Al-Jifrî despierta los corazones por sus predicas que aspiran a revivificar la espiritualidad y el apego a Allâh en el corazón y en el cotidiano de los musulmanes. En sus exhortaciones emocionantes, aborda la purificación del alma, el amor y la observancia de Allâh, el apego firme a la Sunnah del Profeta, la evolución permanente hacia Dios y la humildad hacia los sabios de la comunidad.
[2] Holístico, del griego holos, "el todo", este término designa todas los enfoques de la vida, o todas las técnicas terapéuticas que toman en cuenta el conjunto del individuo. Por ejemplo, una visión holística del ser humano toma en cuenta sus dimensiones física, mental, emocional, familiar, social, cultural, espiritual.
fuente : Washington Post
traduccion : Fiqh Maliki