Sepa que el ayuno (al-sawm) tiene una particularidad que se encuentra solo en él, a saber el hecho que está atribuido a Allah - que Sea exaltado -. En efecto Dios – que Sea glorificado – ha dicho “El ayuno me pertenece y soy yo quien lo recompensa”.
Es un honor de ser atribuido de esta manera, de la misma manera que el honor a favor de la Casa de Dios. Porque Dios ha dicho: “Purifica Mi Casa” (Corán, 22/26).
En realidad el ayuno ha recibido tanto mérito por dos razones:
-La primera: se trata de un acto secreto e interior que los demás no pueden ver, y por eso está a resguardo de la hipocresía.
-La segunda: es una medida para vencer al enemigo de Dios, porque el enemigo se sirve de los deseos como instrumentos privilegiados. Y los deseos se refuerzan gracias al comer y el beber. Así mientras la tierra de los deseos esta fértil, los demonios frecuentan asiduamente un tal pasto. La única manera de hacer más difícil su acceso, es renunciando a los deseos.
Además, existe sobre el ayuno muchas tradiciones que dan testimonio de su gran mérito, y son bien conocidas.
Las Sunans del Ayuno
Esta recomendado recurrir al suhúr (el hecho de comer al final de la noche) y de hacerlo demorar.
También, está recomendado de apurarse a romper el ayuno y de hacerlo comiendo algunos dátiles.
También está recomendado ser muy generoso durante el Ramadán, de hacer el bien, de dar muchas limosnas para seguir mejor la actitud del Enviado de Dios – Que Dios le otorga la gracia y la paz -.
Igualmente, está recomendado estudiar el Corán, practicar los retiros espirituales (i´tikaf) sobre todo durante las diez últimas noches de Ramadán y de multiplicar los ejercicios espirituales. Está escrito en los dos sahih según el hadith de Aisha (r):
“Justo cuando empezaba las 10 últimas noches de Ramadán, el Enviado de Dios – Que Dios le otorga la gracia y la paz – se apretaba el cinturón, velaba la noche en devoción y despertaba la gente de su casa”.
Los sabios dicen que el expresión: “apretarse el cinturón” puede significar dos cosas:
-Apartarse de las mujeres
-Mostrar el máximo de seriedad en la acción espiritual.
Además la razón del esfuerzo durante las diez últimas noches está en la búsqueda de la Noche del Destino. (Laylat al-Qadr)
Los secretos del ayuno y sus reglas éticas
El ayuno tiene tres grados:
el ayuno de la gente común, el ayuno de la gente de la elite y el ayuno de la élite de la elite.
Al respecto del ayuno de la gente común, este consiste en abstenerse de comer, de beber y de tener relaciones sexuales.
En cuento al ayuno de la gente de la elite, este consiste en impedir la mirada, la lengua, la mano, el pie, el oído, la vista y la totalidad de los miembros de cometer pecados.
Y respecto del ayuno de la élite de la elite, se trata del ayuno del corazón en frente a todas las bajas ambiciones y de las ideas que alejan de Dios – que sea Exaltado – para cesar totalmente de interesarse a todo lo que es otro que Dios – que sea Exaltado -.
Este tipo de ayuno tiene explicaciones que serán dadas en otra ocasión.
Queda decir que entre las reglas éticas del ayuno de la gente de la elite, están las siguientes: bajar la mirada, detener la lengua frente a todo lo que es dañino como las palabras prohibidas, reprehensibles o inútiles, y de vigilar el resto de los miembros.
Según el hadith relatado por Bukhárí, El Profeta – Que Dios le otorga la gracia y la paz – ha dicho:
“Para aquel que no renuncia a la mentira en los actos y las palabras, Dios no tiene ningún interés en que renuncie a la comida y la bebida.”
Entre las otras reglas éticas del ayuno, se encuentra la que consiste en no llenar su panza de comida durante la noche. Tiene que comer con moderación, porque el hijo de Adán nunca ha llenado un recipiente de cosas malas como lo ha hecho con su panza.
Cuando el fiel se sació al principio de la noche, no puede sacar beneficio de su mismo por el resto de la noche. Igualmente cuando se sació al momento del suhúr, en el final de la noche, no puede sacar beneficio de su mismo hasta más o menos la oración de dhuhr (medio día).
Eso es debido al hecho de que comer demasiado genera pereza y adormecimiento. Y además la glotonería te impide alcanzar el objetivo del ayuno, porque lo que buscamos es de saborear el hambre. Podemos así renunciar a lo que esta deseado.
En cuento al ayuno voluntario, sepa que la recomendación del ayuno esta atestada para los días favorables. Ahora bien algunos de estos días están repartidos al largo de todo el año, como el ayuno de los seis días del mes de shawwál justo después el ramadán, o el ayuno del día de ´arafat o del día de áshúrá, o de los diez días del mes de dhulhijja, durante el mes de muharram.
Otros días favorables se repiten así cada mes, como los del principio, de la mitad y del fin del mes. Así quien ayuna al principio, a la mitad y al fin del mes ha bien hecho. Pero lo mejor es ayunar durante los 3 días de la mitad de mes. Otros días favorables se repiten cada semana; es decir el lunes y el jueves.
Sin embargo el mejor ayuno voluntario es el de Dawud (David) – que la paz sea con el - ; ayunaba un día y rompía su ayuno al otro día. Este actitud contiene 3 significados:
La primera: el alma (el ego) recibe su parte durante el día en cual no está ayunando y asegura su devoción durante el día de ayuno. De esta manera reúne entre lo que tiene y lo que debe, y es una equidad perfecta.
La segunda: el día no ayunado es un día destinado a dar Gracia y el día de ayuno es un día de resistencia. Ahora bien hay que saber que la fe está constituida de dos mitades: una mitad está hecha de una acción de gracia y la otra mitad hecha de paciencia.
La tercera significación: Esta manera de ayunar es difícil para el alma en sus ejercicios espirituales, porque cada vez que se familiariza con un estado, esta transportada en el otro.
En cuanto al ayuno permanente, hay en el sahih de Muslim un hadith narrado por Abú Qatáda en cual ´Umar pregunta el Profeta – Que Dios lo otorga la gracia y la paz - : “Y que decís al respecto de quien ayuna todo el tiempo? Él le ha contestado: Este hombre no ha ayunado y no ha terminado de ayunar.”
Esto es sobre quien ayuna hasta en los días en cuales está prohibido ayunar, como los dos ´id y los tres días después del ´id al-adha. Dicho de otro modo no haydaño en hacerlo. Se narra sobre Hishám ibn ´Urwa que su padre seguía el ayuno. Igual en cuanto a Aisha, que también lo practicaba.
Anas ibn Malik decía que Abú Talhá siguió su ayuno durante 40 años, después de la muerte del Enviado de Dios – que Dios le otorga la gracia y la paz -.
Sepa que quien está dotado de agudeza conoce en que consiste el objetivo del ayuno. Impone a su alma justo lo que se necesita para no faltar lo que es mejor. Efectivamente Ibn Mas´ud, por ejemplo, ayunaba poco y decía: “Cuando ayuno, estoy débil ante la oración, entonces prefiero la oración al ayuno. Otros se relajaban en la recitación del Corán cuando ayunaban. Es por eso que no ayunaban mucho para poder asegurar la recitación. Es decir que cada uno conoce mejor su estado y lo que lo conviene.”
Traducido por : Dante Ibrahim Matta Fuente original : http://www.islam-sunnite.com/article-4078650.html